lunes, 6 de septiembre de 2010

Objetos



EL RETROVISOR

A pesar de su tamaño, es el más cruel de los espejos. O el más sincero, según se mire. Su principal utilidad no es reflejar el rostro de quien lo contempla, sino mostrarle insistentemente, al tiempo que cree que avanza, lo que ha dejado atrás.


II

RELOJ

Mecanismo que produce un movimiento circular, continuo y uniforme al que por convención se asigna la capacidad de señalar de forma exacta todo lo que el tiempo no es.

III

LA HUCHA

Alcancía que se emplea para guardar dinero. Las de toda la vida estaban hechas de barro y tenían forma de cerdito. Poseen una sola hendidura por donde se introducen las monedas. Al llegar el ser humano a determinada edad la reemplaza por una libreta de ahorros en cualquier banco. Bueno, una o más de una. Sólo rompiéndola es posible recuperar lo que se mete en ella.

No hay otra forma.

Ni entonces ni ahora.


LA PEONZA

Juguete de madera del tamaño de un huevo. Posee una punta sobre la que gira merced al impulso producido por el latigazo de una cuerda que, previamente, se ha enrollado a su alrededor. La gracia radica en lograr que la peonza esté dando vueltas el mayor tiempo posible.

Con la práctica se adquiere cierta habilidad.

Pero no tanta como para impedir que al final se detenga.



CELOSÍA

Enrejado de listones de madera que, al igual que la memoria, los sueños y los libros, permite ver a través de él sin ser visto.


MONEDAS

Piezas redondas de metal (precioso o no) en las que se imprime la imagen del soberano o el símbolo del estado en cuyo nombre se acuñan y que sirven para designar el valor de las cosas.

De todas las cosas.

Lo que quizá explique que, de vez en cuando, algunas aparezcan en los bolsillos de los abrigos que llevamos años sin ponernos.

Aunque nosotros no recordemos haberlas dejado allí.


EL COLADOR

La mujer del pescador cuela el agua antes de beberla para no soñar por la noche con tempestades y naufragios.


EL ANILLO

Aro que se lleva en los dedos de la mano, sobre todo para adornarlos.

Ponérselo resulta fácil.

Quitárselo no tanto.


LLAVE

Instrumento que abre o cierra una puerta.

En plural (las llaves) hace referencia a las de casa.

Dos juegos.

Quedamos en que te pasarías a recoger tus cosas cuando yo no estuviese.

Avísame antes.

Y que luego me las dejarías encima de la mesa.


YOYÓ

Metáfora infantil de la soledad.


EL CENICERO

Recipiente donde se depositan la ceniza y los restos del cigarro.

Yo no fumo.

Lo que no impide que en casa tenga unos cuantos.

Recuerdo de Torremolinos.

Me gustaba verlos llenos de colillas manchadas de carmín.


LOS PENDIENTES

Sólo te ponías uno.

El otro me lo diste.

Es una turquesa auténtica.

Ayer me lo encontré por casualidad en el cajón de la mesilla de noche. Entre tus cartas.

Me costó recordar de qué color tenías los ojos.


BOYAS

Mi padre me las hacía con los tapones de corcho.

Luego se pintaban.

¿Lo ves, Jose? El sedal se mete por aquí.

A mí me gustaban más que las de las tiendas.

Mucho más.


EL TENTETIESO

Muñeco en cuya base lleva oculto un contrapeso, de tal manera que, por mucho que se intente tumbarlo, vuelve una y otra vez a quedar de pie.

Una y otra vez.

A mí me regalaron uno con forma de payaso. Como ocurre con cualquier niño, me aburrí a los dos días. Lo que dura la novedad.

No lo vi más. Acabaría en el trastero, mezclado con el resto de juguetes viejos. O en la basura.

En cambio, últimamente no dejo de acordarme de él.

Tenía pintadas una flor enorme y una bocina.

Yo lo empujaba para que se cayese.

Él se levantaba y me sonreía.

Una y otra vez.


LÁPIZ

Barra de grafito que se introduce en un cilindro de madera y cuya principal utilidad es escribir o dibujar.

Es frecuente emplearlo para iniciarse en el manejo de las primeras letras.

No obstante, hay personas que, por muy habituadas que estén al bolígrafo o la pluma estilográfica, lo prefieren cuando escriben ciertas cosas, fundamentalmente nombres de otras personas.

Al fin y al cabo, lo que se anota con un lápiz, llegado un momento, siempre se puede borrar.


DEDAL

Y cree quien cose que con él evitará pincharse.


RED

Aparejo en el que, en ocasiones, entre el resto del pescado, queda atrapado alguno de esos peces ciegos que vive en los abismos.


RUEDA

Del latín rota.

Principio de la insatisfacción humana.

Véase huir.

Consecuencia y origen de la constante melancolía de los hombres por no estar en otra parte.


LA COMETA

Un antiguo emblema oriental sentencia que quien consigue hacerla volar se conoce mejor a sí mismo, pues la cometa ni se entrega por completo al viento ni abandona del todo el suelo.


VASO

1

El vaso no es la transparencia: imita la del líquido que contiene.

2

Pero incluso el agua más pura adopta la forma del recipiente.

3

De ahí que, después de beber, lo mejor sea romper el vaso contra el suelo.


CAMA

Mueble donde el niño sueña, el joven fantasea, el adulto duerme y el viejo recuerda.


MALETAS

Cada vez que tengo que hacer la maleta, me sorprendo doblando la ropa tal y como tú me enseñaste.


(De De los espacios cerrados, Fundación José Manuel Lara, 2006)

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